Redactor SEO Freelance
Experto en redacción SEO y copywriting.
Estás a un click de dormir como un bebé.
El vendehúmos de la cresta
Lucía cresta poco poblada y barba de varios días. Pasaba por el típico joven moderno recién salido de la barbería.
Un tipo especial.
Sabía comunicar. Dedicaba todo el tiempo a redactar contenidos web para alimentar sus proyectos.
Era un buen redactor SEO, de los mejores.
Tenía un ego enorme y un objetivo aún mayor: llegar a lo más alto del marketing online en España.
Un obstáculo asomaba en el horizonte. Había tocado techo. No podía escribir más. Sus proyectos comenzaban a estancarse.
Necesita delegar todo el contenido web.
¡Ya!
La dura realidad de los redactores SEO
Apostó todo al negro.
El plan era infalible: pasaría al siguiente nivel contratando artículos optimizados para SEO.
Invirtió 300€ en una conocida plataforma de redactores. Contrató diez artículos.
Pero el contenido para SEO le salió rana. Los textos no eran buenos, o al menos, no tanto como él deseaba.
No se lo podía creer, ¿era un problema de la plataforma?
Probó en un conocido listado de redactores freelance. Un redactor español con experiencia en SEO y copywriting le envió cinco artículos prometedores, pero fue un espejismo. Su nueva esperanza se esfumó sin mediar palabra.
¿Qué estaba pasando?
Redactor SEO: la búsqueda en Google
No se iba a dar por vencido, había vivido momentos peores. Ese tipo conocía el sabor del fango y no quería volver a probarlo.
Seguía obcecado en comprar artículos SEO de alta calidad. No iba a cejar en su empeño de encontrar un redactor freelance a su imagen y semejanza.
Frustrado. Incrédulo. Enojado con el mundo.
Tecleó estas once letras en Google: redactorseo, e hizo click en el primer resultado.
¡Bingo!
No fue un camino fácil
Navegó por la web, esta web, con desconfianza, como el zorro solitario que rebusca en el arcén de una carretera secundaria.
«¿Otro redactor SEO Freelance con amplia experiencia en el sector? No me jodas tío, esta historia ya me la conozco, sé más original, joder», masculló entre dientes mientras se debatía entre abandonar la página o seguir adelante.
Algo le decía que debía continuar.
Inspeccionó todas las páginas, hasta el aviso legal. Verificó el WPO con GTMetrix y Google PageSpeed Insights. Y hasta tiró de Ahrefs para buscar alguna cadena de linkbuilding de la que tirar.
Parecía convencido.
El tipo de la cresta rellenó el formulario y siguió adelante.
Un contacto surrealista
El primer email no dejaba lugar a la improvisación:
“Hola. No quiero perder el tiempo con redactores SEO que ni lo son, ni lo parecen. Pagaré lo que pides, pero necesito los tres mejores artículos de la historia de internet. Una perfecta redacción de contenidos SEO. Sin excusas. Un saludo.”
Ese hombre no se andaba por las ramas.
Un segundo email apuntalaba sus intenciones:
“Hola. Tres textos optimizados para SEO sobre aves exóticas: Talégalo eremita, Anteojitos de everett y Moscón amarillo. Tú te encargas de todo. Recuerda, quiero los mejores. Hazme feliz, redactor.”
Como si de un cuento se tratara…
Recibió los artículos SEO en el plazo acordado. Escudriñó cada palabra. Buscó el error de forma obsesiva. Y, después…
Silencio.
La web del redactor SEO parecía haber entrado en su extensa lista negra
Diez días más tarde volvió a contactar. Seguía tenso, receloso. Otro pedido más. Y otro. Y por fin, un email ligero, incluso amable.
El tipo de la cresta había encontrado el redactor freelance profesional que estaba buscando.
Nuevos caminos le llevaron a Youtube, allí consiguió auparse a lo más alto del marketing online. Hasta hoy.
Para unos, genio; para otros, vendehúmos.
El SEO hispano más influyente.